4/7/2025

Obesidad: Un reto global con soluciones individuales

La obesidad es una condición médica que perjudica la salud y cuya prevalencia va en aumento en México. Descubre cuáles son sus causas, sus categorías y cómo prevenirla.

Obesidad: Un reto global con soluciones individuales

La obesidad se define como una condición médica que se distingue por un exceso de acumulación de grasa en el cuerpo, lo cual puede tener un impacto negativo en la salud. 

Propuestas recientes plantean la necesidad de revisar su diagnóstico para incorporar indicadores de mayor precisión, tales como la cantidad de grasa corporal y otros criterios clínicos.

De acuerdo un artículo publicado en The Lancet Diabetes & Endocrinology, un grupo de expertos internacionales ha propuesto las categorías de obesidad preclínica y clínica con el fin de mejorar la comprensión y el tratamiento de esta enfermedad: 

  • Obesidad Preclínica: corresponde a un estado con exceso de adiposidad en el que la función de los órganos y tejidos se mantiene sin alteraciones, aunque hay un riesgo elevado de padecer enfermedades crónicas a futuro.

  • Obesidad Clínica: es diagnosticada en el momento en que el exceso de grasa corporal causa una disfunción en los tejidos u órganos, lo que resulta en signos, síntomas o limitaciones en las actividades cotidianas.

En México, la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2023 (ENSANUT 2023) señala un incremento de la obesidad a nivel nacional.

Para los adultos de 20 años o más, la prevalencia alcanzó el 37.1%. Esta cifra se desglosa en un 41.0% para las mujeres y un 33.0% para los hombres.

El grupo etario con la prevalencia más alta fue el de 40 a 59 años, con un 44.6%.

Por su parte, la prevalencia conjunta de sobrepeso y obesidad en niños fue del 37% y en adolescentes del 40%.

Resulta crucial entender que la obesidad es una afección multifactorial, en la que influyen diversos elementos:

  • Genética: La predisposición hereditaria puede tener un rol en la acumulación de grasa en el cuerpo.

  • Factores Psicosociales: Condiciones como el estrés, la ansiedad y la depresión pueden llevar al desarrollo de hábitos alimenticios no saludables.

  • Entorno Socioeconómico: Un acceso restringido a alimentos nutritivos y a lugares para realizar actividad física puede incrementar el riesgo de padecer obesidad.

  • Estilo de Vida: La inactividad física junto con patrones de sueño deficientes son otros factores que contribuyen de manera significativa.

La obesidad conlleva repercusiones importantes que pueden limitar la capacidad de trabajo y afectar la productividad laboral. Además, puede aumentar la mortalidad y reducir tanto la esperanza como la calidad de vida, sobre todo en la población de adultos jóvenes.

Es relevante tener presente que esta condición se puede prevenir y controlar mediante un abordaje integral. 

Ajustes menores en la dieta, el ejercicio y la gestión del estrés pueden significar una gran diferencia para prevenir padecimientos asociados, tales como la diabetes, la hipertensión y las enfermedades cardiovasculares.

El objetivo no es adoptar dietas restrictivas ni rutinas inalcanzables, sino hallar un balance que nos ayude a cuidar el cuerpo y prevenir complicaciones.

La prevención es la mejor herramienta para garantizar una vida larga, plena y saludable. ¡Cada paso cuenta!

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